El Tiempo de Navidad inicia en la víspera de la celebración de la Solemnidad de la Natividad del Señor, en la noche del 24 de diciembre con la Misa de Gallo y se extiende hasta la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el 6 de enero, fecha en la que recogemos los pesebres y nacimientos que hemos hecho en nuestras casas y entramos de lleno en el Tiempo Ordinario.
En toda la Diócesis de Escuintla, las parroquias celebran al unísono esta solemnidad, para la cual nos hemos estado preparando a lo largo del Adviento. En la Catedral de Escuintla, sede del obispo, se dieron cita una considerable cantidad de fieles católicos, que se unen a toda la Iglesia que celebra la venida de Jesús a la tierra, trayéndonos la salvación.
Es costumbre que en la procesión de entrada, sea una familia quien lleva la imagen del Niño Dios y lo entrega a monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de Escuintla, quien lo coloca en el nacimiento que para tal efecto se ha instalado en la Catedral, el cual será venerado por los fieles asistentes a partir de este día y hasta la Epifanía.
En la homilía, el obispo hizo énfasis en la luz que es Cristo. Nos recuerda que la vigilia que estamos haciendo, es porque está sucediendo algo importante, el nacimiento de el Salvador, agradeciendo a Dios porque nos ha venido la luz que tanto necesitábamos. Parafraseando las palabras del papa Francisco, nos indica que la celebración de la fiesta navideña, la debemos hacer con la luz espiritual.
La luz de esta fiesta, es sobre todo, espiritual. Es la luz de un niño que nace en la oscuridad, el que es la luz, nace en la oscuridad. Jesús es la luz que tanto esperábamos. En oración pide a la comunidad que demos gracias por la luz que ilumina nuestras vidas y que además ilumine a la humanidad.
Necesitamos la luz, porque no somos hijos de la oscuridad, sino que somos hijos de la luz, por eso necesitamos a éste niño, que ha venido a alegrarnos con su pobreza, a enriquecernos con su miseria, a darnos luz con su pequeñez.
En su reflexión sobre la Palabra de Dios, nos llama a la atención, sobre tres cosas:
1- Esta luz nos hace ver cómo es Dios. Nuestro problema, es que no reconocemos a Dios en las cosas pequeñas.
2- Esta luz me ayuda a ver a los demás, cómo debo verlos. Veamos a los demás como la presencia de Jesús.
3- Esta luz nos ayuda a vernos a nosotros mismos.
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Las fotografías que se tomaron en la Misa de Solemnidad de la Natividad del Señor, presidida por Monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de la Diócesis de Escuintla, se pueden descargar a continuación:
Click en cada imagen, para verla en tamaño completo. (Se debe tomar en cuenta que son fotografías en alta resolución y dependiendo de la conexión a internet, puede demorar unos segundos en cargarse completamente)
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