San Emeterio fue un mártir cristiano que vivió en el siglo III en la ciudad de Calahorra, en la actual España. Junto a su compañero San Celedonio, Emeterio se destacó por su firme adhesión a la fe católica y su valentía ante la persecución de los cristianos.
Durante el gobierno del emperador romano Diocleciano, Emeterio y Celedonio fueron arrestados y llevados ante las autoridades por negarse a renunciar a su creencia en Jesucristo. A pesar de ser sometidos a terribles torturas, los dos jóvenes mártires mantuvieron su fidelidad a la fe, lo que les valió la condena a muerte.
Según la tradición, Emeterio y Celedonio fueron decapitados en el año 303 d.C. La Iglesia Católica los reconoció como santos mártires y los honra como patronos de la ciudad de Calahorra. Su fiesta se celebra el 3 de marzo, conmemorando el día de su glorioso martirio. San Emeterio es venerado como un ejemplo de fortaleza espiritual y de entrega a Dios, incluso ante la amenaza de la muerte.
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