San Hilario de Poitiers fue un destacado obispo y doctor de la Iglesia que vivió en el siglo IV. Nacido en Poitiers, Francia, Hilario provenía de una familia noble y recibió una esmerada educación, convirtiéndose en un brillante orador y teólogo.
Antes de su conversión al cristianismo, Hilario se destacó como un ferviente defensor del paganismo. Sin embargo, después de su bautismo, se entregó con pasión a la defensa de la fe cristiana, especialmente frente a la herejía arriana que negaba la divinidad de Jesucristo. Como obispo de Poitiers, Hilario lideró la lucha contra el arrianismo, escribiendo obras teológicas de gran profundidad y elocuencia, como «De la Trinidad» y «Sobre los Sínodos».
Por su valentía y firmeza en defender la ortodoxia, Hilario fue desterrado al Oriente por el emperador Constancio II, quien simpatizaba con el arrianismo. Durante su exilio, Hilario no cesó en su labor de predicación y enseñanza, convirtiéndose en un influyente maestro de la Iglesia. A su regreso a Poitiers, continuó su incansable lucha contra la herejía, hasta su muerte en el año 367. La Iglesia lo honra como uno de los Doctores de la Iglesia y celebra su fiesta el 13 de enero.
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