San Francisco de Sales fue un obispo y doctor de la Iglesia que vivió en el siglo XVII. Nacido en 1567 en Saboya, Francia, Francisco recibió una esmerada educación y se destacó desde joven por su inteligencia y su profunda piedad.
Después de ordenarse sacerdote, Francisco de Sales se dedicó con gran celo a la predicación y a la dirección espiritual de los fieles. Como obispo de Ginebra, se convirtió en un incansable misionero, logrando la conversión de miles de calvinistas a la fe católica. Su obra más conocida, «Introducción a la vida devota», se convirtió en un clásico de la espiritualidad cristiana.
Francisco de Sales se distinguió por su amabilidad, su paciencia y su espíritu conciliador. Fue un gran maestro de la vida espiritual, enfatizando la importancia de la devoción y la práctica de las virtudes en la vida cotidiana. La Iglesia lo honra como uno de los Doctores de la Iglesia y lo venera como patrono de los periodistas y escritores. Su fiesta se celebra el 24 de enero.
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