San Arsenio fue un obispo y santo de la Iglesia Católica que vivió en el siglo IV. Nacido en Roma, Arsenio recibió una esmerada educación y se destacó por su inteligencia y virtud desde muy joven.
Cuando el emperador Teodosio I lo eligió como tutor de sus hijos, Arcadio y Honorio, Arsenio se convirtió en una figura influyente en la corte imperial. Sin embargo, después de algunos años, decidió renunciar a su cargo y retirarse a la vida monástica, buscando una mayor dedicación a la oración y la contemplación.
Más tarde, Arsenio fue elegido obispo de la diócesis de Esceto, en Egipto. Desde esta posición, se destacó por su humildad, su sabiduría y su celo pastoral. Arsenio se entregó con gran dedicación al cuidado de su grey, convirtiéndose en un modelo de santidad episcopal. Murió en el año 449 y la Iglesia lo honra como un santo ejemplar, cuya fiesta se celebra el 19 de enero.
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