Santa Juana de Valois fue una princesa francesa y religiosa católica que vivió entre los siglos XV y XVI. Hija del rey Luis XI de Francia, Juana nació en 1464 en el castillo de Nogent-le-Roi. Desde muy joven, demostró una gran piedad y devoción religiosa, lo que la llevó a ingresar en la Orden de la Anunciación de la Santísima Virgen, una congregación fundada por ella misma.
Juana de Valois tuvo una vida marcada por la adversidad. Su matrimonio con el duque de Orleáns fue anulado por razones políticas, lo que le causó gran sufrimiento. Sin embargo, ella supo sobrellevar esta situación con humildad y fortaleza, entregándose por completo a la vida religiosa. Fundó varios conventos y se destacó por su caridad hacia los pobres y enfermos.
La santidad de Juana de Valois fue reconocida por la Iglesia Católica, que la beatificó en 1742 y la canonizó en 1950. Es venerada como patrona de las mujeres abandonadas y de las personas que sufren por la anulación de su matrimonio. Su fiesta se celebra el 4 de febrero. Santa Juana de Valois es un ejemplo de fe, humildad y entrega al servicio de Dios y del prójimo.
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