02 de febrero - Nuestra Señora de la Purificación

02 de febrero – Nuestra Señora de la Purificación

La fiesta de Nuestra Señora de la Purificación, también conocida como la Candelaria, se celebra el 2 de febrero y conmemora la presentación de Jesús en el Templo y la purificación de la Virgen María según la ley judía.

Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al niño al Templo de Jerusalén para presentarlo al Señor y ofrecer el sacrificio prescrito por la ley. En este momento, el anciano Simeón reconoció a Jesús como el Mesías y profetizó que sería «luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Esta fiesta tiene un profundo significado espiritual, pues celebra la obediencia de María a la ley, su humildad y su pureza. Además, la imagen de Jesús como «luz del mundo» se refleja en la bendición y procesión de las velas que se realiza en este día, dando origen a la tradición de la Candelaria. La Iglesia honra a la Virgen María bajo esta advocación como modelo de fe y de presentación de Jesús al mundo.

Nuestra Señora de la Purificación es una advocación mariana venerada en la Iglesia Católica. Esta advocación hace referencia a la Presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen María, eventos narrados en el Evangelio de Lucas. Según la tradición, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al niño al Templo de Jerusalén para presentarlo al Señor y ofrecer un sacrificio, tal como lo mandaba la Ley judía.

La fiesta de la Purificación de la Virgen se celebra el 2 de febrero, cuarenta días después de la Navidad. En esta festividad, se bendicen las velas que se utilizarán durante todo el año, por lo que también se le conoce como la Fiesta de la Candelaria. Esta tradición se remonta a los primeros siglos del cristianismo y refleja la importancia que la Iglesia le da a la Presentación de Jesús en el Templo y a la Purificación de María.

Nuestra Señora de la Purificación es venerada en diversos santuarios y templos alrededor del mundo. Uno de los más conocidos es el Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria, ubicado en Tenerife, Islas Canarias. Allí, la Virgen es patrona de la isla y recibe numerosas peregrinaciones de fieles que acuden a honrarla y solicitarle su intercesión. La devoción a esta advocación mariana refleja la importancia que tiene la Presentación de Jesús en la vida de la Iglesia.


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