Santa Escolástica de Nursia fue una religiosa benedictina que vivió en el siglo VI. Hermana gemela del célebre San Benito de Nursia, fundador de la Orden Benedictina, Escolástica nació en el año 480 en la ciudad de Nursia, Italia.
Desde muy joven, Escolástica se consagró a Dios y se unió a su hermano Benito en la fundación de la Orden Benedictina. Juntos, establecieron monasterios y se dedicaron a la oración, el estudio y el trabajo manual. Escolástica se destacó por su profunda espiritualidad, su sabiduría y su don de consejo, convirtiéndose en una guía espiritual para muchos.
La Iglesia Católica reconoció la santidad de Escolástica y la honra como patrona de las monjas benedictinas. Su fiesta se celebra el 10 de febrero, conmemorando el día de su muerte. Escolástica es recordada como un modelo de vida contemplativa, de entrega a Dios y de servicio a la comunidad. Su estrecha unión con su hermano Benito y su legado espiritual la han convertido en una figura venerada por los fieles.
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