Santa Prisca fue una joven mártir cristiana que vivió en la Roma del siglo I. Según la tradición, Prisca provenía de una familia noble y fue educada en la fe cristiana desde su infancia.
Durante la persecución de los cristianos ordenada por el emperador Claudio, Prisca, siendo aún adolescente, fue arrestada y llevada ante las autoridades por negarse a renunciar a su fe. Ante las torturas y amenazas, la joven Prisca mantuvo firme su convicción cristiana, declarando su lealtad a Jesucristo. Finalmente, fue condenada a muerte y ejecutada en el año 275.
La Iglesia honra a Santa Prisca como una de las primeras mártires de la era de las persecuciones. Su tumba en Roma se convirtió en un importante lugar de peregrinación, donde los fieles acudían en busca de su intercesión y protección. Prisca es venerada como patrona de los jóvenes y de quienes sufren por su fe. Su fiesta se celebra el 18 de enero.
Descubre más desde Catedral de Escuintla
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
