6. Porque confesar los pecados mortales es necesario.
El Catecismo de la Iglesia Católica, dice que el pecado mortal no confesado nos excluye del reino de Dios y la muerte eterna en el infierno, porque por nuestra libertad se tiene el poder de tomar decisiones definitivas. La Iglesia nos recuerda repetidamente que los católicos en pecado mortal no deben recibir la comunión sin antes confesarse.
El Catecismo explica que el pecado es mortal, cuando se reúnen simultáneamente tres condiciones: materia grave, pleno conocimiento y deliberado consentimiento.
Los pecados que implican asuntos serios incluyen, por ejemplo, el aborto y la eutanasia, cualquier actividad sexual fuera del matrimonio, el robo, la pornografía, la calumnia, el odio, la envidia, la falta de participación en la Misa los domingos y fiestas de precepto, entre otros.
Entonces, ¿cómo promover nuevamente la confesión?
Sugiero siete motivos, para que volvamos con alegría al regalo de la confesión, que Dios nos da a todos, cada uno de estos motivos, es ampliado siguiendo los enlaces:
- Porque el pecado impone una carga pesada sobre nuestra espalda.
- Porque el pecado nos envicia.
- Porque necesitamos desahogarnos.
- Porque la confesión nos ayuda a conocernos.
- Porque la confesión ayuda a los niños.
- Porque confesar los pecados mortales es necesario.
- Porque la confesión es un encuentro personal con Jesús.
Ayuda a alguien a regresar nuevamente a la confesión, ayuda al máximo de personas posibles, a descubrir la belleza de este sacramento libertador.
