La Ascensión del Señor

LA ASCENSIÓN, FIESTA DE ESPERANZA

El día de ayer, vivíamos la Solemnidad de la Ascensión del Señor. Y quisiera expresar brevemente una reflexión de tal fiesta, pues hoy mismo me preguntaba un fiel sobre dicho tema. Empiezo con una comparación: «Cuando alguien celebra la victoria en una competencia deportiva, siempre hay un momento lleno de alegría, por ejemplo en el fútbol, cuando anotan un gol y llega el silbatazo final; no hay duda que hay un ganador, ¡hay fiesta, alegría, regocijo!… y tiempo después viene la premiación, que es el momento de entregar el trofeo al equipo ganador». La Ascensión de Cristo, es como esa premiación, porque ya sabíamos que Cristo le ganó a la muerte (hace cuarenta días), y sin embargo aún no entraba en el santuario del cielo.

Precisamente, la Ascensión es un momento importante, porque definitivamente Cristo ha triunfado sobre el mal. Ha cumplido su misión y ahora alcanza su plenitud. Ahora Cristo es exaltado, no solamente ha sido glorificado sino constituido Juez y Señor, Sumo Sacerdote que intercede por todos en el cielo, que es nuestra meta. Pero veamos dos aspectos de la Ascensión:

1. Lo que acontece en Cristo

• Cristo es exaltado: está por encima de todo, a Él se le ha dado el honor y la gloria. Por eso decimos en el Credo que “está sentado a la derecha del Padre”.
• Cristo es el Sumo y Eterno Sacerdote: intercede por nosotros.
• Cristo abre el camino hacia el cielo. Ahora tenemos esperanza de llegar junto a Él.

       2. Lo que acontece en la Comunidad

• Los discípulos regresan a Jerusalén con alegría. A pesar de que se fue, por la fe, saben que Cristo está ahora más presente que nunca entre ellos. Es una nueva presencia nueva y permanente.
• La Ascensión una fiesta de esperanza, pues ahora nosotros también podemos llegar al cielo.
• La Ascensión es una fiesta de envío evangelizador, pues hay que anunciar al mundo la Buena Nueva. (no nos quedemos mirando al cielo, construyamos el camino hacia el cielo).