Tiempo de Adviento - Sagrada Familia

Mensaje de Adviento y Navidad

Conociendo Nuestra Fe
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Mensaje de Adviento y Navidad
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Tiempo de Adviento - Sagrada Familia

Mensaje de Monseñor Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla, con motivo del Adviento y Navidad 2024

Un saludo para todos ustedes, queridos hermanos y hermanas de su servidor, monseñor Víctor Hugo Palma obispo de Escuintla: «Esperemos en el Señor, con una esperanza activa, peregrinos caminemos en la esperanza».

Me permito enviar este mensaje de Adviento, porque comenzamos este tiempo fuerte, ya el 24 de diciembre no será Adviento será Navidad, el Papa Francisco va a abrir la Puerta del Jubileo de la Esperanza 2025, nosotros queremos entender que la esperanza no es una idea, no es un sentimiento, Jesucristo es nuestra esperanza, dice Pablo al principio de la primera carta a Timoteo, esperamos en Jesucristo y Él llenará nuestra vida.

En este mensaje, quiero exponerles brevemente tres consideraciones, para que las tengamos presentes en este Adviento:

1- Ante todo abramos las puertas al Señor y entremos para darle gracias, es la frase que dice el salmo 118. El Papa abrirá la puerta del Jubileo y aquí en nuestra diócesis, se abrirán puertas en algunas parroquias: san Cristóbal, Nuestra Señora de Concepción, santa Lucía Virgen y Mártir, san José Esposo de la Virgen María. Abrir la puerta es dar el paso a un momento especial, a un momento en el cual nosotros entramos en un tiempo de Gracia. El Señor puede darnos su perdón en este tiempo, si nosotros también abrimos el corazón. Abramos el corazón al Señor y abrámoslo dando Esperanza nosotros, como lo dice el papa en su mensaje, abramos el corazón a los descartados, a los que son víctimas de la violencia en este departamento, a todos aquellos que dicen no creer, pero necesitan a Dios, abramos el corazón también aquellos que tienen ideas confusas, que han dejado la fe católica y se han quedado sin los santos sacramentos, cantando y alabando pero sin el Dios completo de la eucaristía y abramos también la puerta de la esperanza, a todos aquellos que van pasando por esta tierra: los migrantes. Ellos caminan con esperanza de ir a un lugar, ojalá que orando por ellos, su corazón los llene de la esperanza, no solamente de una vida mejor sino de estar viviendo como hijos de Dios.

2- Comencemos este año litúrgico 2024-2025 Remando mar adentro (cf Lc 5, 4), con la esperanza en nuestros corazones. En este año 2025, que  vamos a iniciar pronto, tendremos el tercer año de la repesca misionera, es decir, continuaremos en esta misión que el Señor nos ha dado. Como Iglesia Católica, no hacemos proselitismo buscando a las personas, para que después paguen el diezmo, para que después contribuyan, simplemente ofrecemos el mensaje de la salvación. Por eso en este año es importante fortalecer los Cenáculos Misioneros Parroquiales. El cenáculo que se reúne  semanalmente, es el lugar donde se vive la fe y en oración, en reflexión de la Palabra se va a la Misión. Eso se llama la repesca, porque estamos todavía afectados por pandemias, pero sobre todo por la confusión. En este segundo punto, les recuerdo tener presente que estamos remando mar adentro, en este año 2025, por mandato del Divino Pescador de hombres.

3- Finalmente queridos hermanos, en un tercer punto quiero invitarles a través de este Mensaje de Adviento, a comenzar el camino que se llama Sinodal. El santo papa Francisco nos ha dado un documento final del sínodo, vamos a estudiarlo, vamos a profundizarlo, vamos a realizar catequesis diocesanas acerca de este importante documento. Este documento lleva hacia una iglesia sinodal en comunión participación y misión, son las tres pautas en que la Iglesia Universal, guiada por el papa Francisco como Vicario de Cristo en la tierra, nos propone. Ojalá que nosotros profundicemos en este camino sinodal. Una persona decía, ¿entonces es el Jubileo o es el Sínodo? es todo, pues converge, no nos quedamos en la alegría del Jubileo abriendo la Puerta Santa y haciendo peregrinaciones a los templos, sino también reflexionando qué es vivir la comunión, qué  es la participación y qué es la misión de la Iglesia.

Que el Señor nos ayude desde este Adviento a recibir a Jesucristo en nuestros corazones. Él es nuestra esperanza, que como dice el Evangelio en Juan capítulo 10: Yo soy también la puerta por la que entran las ovejas. Abriendo esas puertas en esta Navidad, entremos al espacio de la vida, invitemos a que otros vengan. Que nos acompañe desde este Adviento, María madre de la Esperanza, a la que nosotros honramos como hijos y decimos, Ave María  Purísima sin pecado concebida.


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