La primera lectura (1Re 3,5-13) con el ejemplo de este joven rey, nos invita a:
- Saber pedir y elegir los dones de Dios.
- Pedir no con egoísmo, o buscando el propio bien, sino buscado el bien de los demás (la sabiduría que pidió Salomón no era para beneficio propio, sino para su pueblo).
Reflexión sobre el Evangelio (Mt 13,44-52): Cristo el verdadero Sabio
Hemos terminado de escuchar a Jesús en el capítulo 13 de san Mateo. Ya nos ha contado los domingos anteriores las parábolas del Reino: la del sembrador, del trigo y la cizaña, de la masa y levadura, del grano de mostaza y hoy finalmente nos invita a hacer una elección, a discernir con las parábolas del tesoro escondido y la perla fina. El tesoro y la perla, es Cristo, es su Reino que da vida. En primer lugar descubramos que son dos los personajes de ambas parábolas:
a) El que encuentra el tesoro y la perla:
- Deberá hacer una elección, un discernimiento, entre lo que vale y no vale.
- Se trata de una elección dolorosa: venderlo todo para ganar a Cristo: como san Pablo decía: Lo que para mí tenía valor, lo he considerado pérdida a causa de Cristo Jesús (Fil. 3, 7).
- Pero vender todos lo que uno tiene, vale la pena, ante el mayor de los bienes y más grande tesoro y perla preciosa: Cristo.
- Se esfuerza por conseguir el tesoro: lo entierra, va a conseguir los recursos…
b) El viejo propietario que tenía en posesión el campo y la perla valiosa sin darse por enterado.
- Nuestro tesoro: Cristo, a veces también lo olvidamos, o peor aún lo vendemos por nada: por una ideología, por un partido de futbol o partido político, por dinero, por pereza, por la moda del tiempo, por el trabajo, por comodidades, idolatría, egoísmos, etc.
- Nunca hicimos nada para darnos cuenta o nos excusamos de haber perdido el tesoro: no tenemos tiempo, el trabajo nos impide acercarnos, etc.
¿Con quiénes de los dos personajes nos identificamos? Porque quizás hemos hallado el tesoro y la perla y lo hemos olvidado. Este es el tiempo de encontrar el tesoro, de comprar la perla valiosa, de creer en Cristo.
Finalmente, hoy encontramos una tercera parábola: la parábola de la red, como una advertencia de lo que sucederá en el juicio: Dios evaluará nuestras elecciones, dará valor a las decisiones por el Reino, por la fe. Nuestras decisiones son importantes no solo para nuestro presente, sino para nuestro futuro en el juicio del mundo. Hoy es el tiempo donde inicia la siega, danos Señor, como a Salomón, para poder decidir siempre el camino del bien, el Camino, la Verdad y la Vida.
Descubre más desde Catedral de Escuintla
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.