Hace 35 años, San Juan Pablo II era baleado en plena Plaza de San Pedro.
Eran las 17:19 hrs en Roma, el día 13 de mayo de 1981. De pié en la parte trasera del papamovil, Juan Pablo II circulaba lentamente por la Plaza de San Pedro. El papamovil se detuvo y el Papa se inclinó delante de una niña de dos años de edad que le extendía las manos. Juan Pablo II la levantó en brazos, le dio un beso y devolvió la niña a los padres, con una sonrisa.
De repente, un disparo.
Una parvada de palomas asustadas, se agitó en los aires del Vaticano.
Otro disparo mas.
Juan Pablo II se inclinó para el lado de su secretario particular, el Cardenal Stanislaw. Del lugar de donde los disparos habían partido, se levantaba un tumulto en torno de un joven que estaba luchando. Era Mehmet Ali Agca, el agresor.
La primera bala perforó el colon del Papa, rompiendo en varios puntos el intestino delgado y le atravesó el cuerpo, cayendo después dentro del Jeep. La segunda bala, pasó rozando el codo derecho de Juan Pablo II, le fracturó el dedo índice izquierdo e hirió a dos peregrinas estadounidenses.
El papamovil arrancó en alta velocidad en dirección a los Servicios de Urgencias del Vaticano, donde el médico personal del Papa, Dr. Renato Buzzonetti, ya había sido llamado de urgencia.
Juan Pablo II sangraba mucho y fue llevado de inmediato para el Hospital Gemelli. La vida del Papa se apagaba. Luego, después de la llegada al hospital, el Santo Padre perdió la consciencia. Los médicos que realizaban la operación de emergencia, llegaron a confesar, tiempos después, que dudaban de que pudiera sobrevivir, debido a la gravedad de las heridas y a los serios problemas con la presión sanguínea y con los latidos cardíacos de Juan Pablo II. El Dr. Buzzonetti pidió al Cardenal Stanislaw que le administrara al Papa, la Unción de los Enfermos.
Fueron cinco horas extremamente tensas, de operación y de espera. El mundo entero permanecía aturdido. Terminada la intervención de los médicos, llegó la noticia, aún en el hospital, de que el procedimiento había salido bien y de que las esperanzas de recuperación habían aumentado.
El Papa sólo pudo volver al Vaticano, algunas semanas después. Algunas complicaciones, sin embargo, lo obligaron a retornar al hospital. Fue sólo hasta el día 14 de agosto, víspera de la festividad de la Asunción de la Virgen María, que Juan Pablo II dejó definitivamente la clínica Gemelli.
13 de mayo, día de Nuestra Señora de Fátima.
15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen María a los cielos.
Juan Pablo II sobrevivió a un atentado cobarde y mortal en un día dedicado a la Virgen María. Juan Pablo II volvió recuperado al Vaticano, en otro día dedicado a la Virgen María.
La bala que atravesó el cuerpo del Santo Padre, fue guardada y llevada personalmente por él, al Santuario de Nuestra Señora de Fátima, en Portugal, durante una preregrinación de acción de gracias, por la protección materna de María. El proyectil fue incrustado en la corona de oro de la Santísima Virgen de Fátima, que se encuentra en la cúpula de vidrio de la Capilla de las Apariciones.
El día 27 de diciembre de 1983, Juan Pablo II fue al presidio de Rebibbia, en Roma, para encontrarse con Mehmet Ali Agca. En una habitación individual, sentado al lado de Agca y con la cabeza inclinada para escucharlo mejor, el Santo padre se sorprendió con una pregunta hecha por el agresor:
«¿Por qué usted no murió?. Yo se que apunté correctamente. Se que el disparo era devastador y mortal. Entonces ¿por qué usted no murió?»
No hay registros grabados, evidentemente, de la conversación privada que el Papa tuvo con Mehmet Alí Agca aquel día en Rebibbia. En otra ocasión, sin embargo, Juan Pablo II comentó sobre aquel impactante 13 de mayo de 1981:
«Una mano disparó. Pero otra mano guió la bala».
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