San Teodoro de Bizancio fue un militar y mártir cristiano que vivió en el siglo III en la ciudad de Bizancio, actual Estambul. Teodoro era un oficial del ejército romano que se destacaba por su valor y su lealtad al emperador.
Sin embargo, cuando Teodoro se convirtió al cristianismo, se negó a participar en los sacrificios a los dioses paganos que exigían las autoridades romanas. Por este motivo, fue arrestado y sometido a terribles torturas. A pesar de los sufrimientos, Teodoro permaneció firme en su fe y se negó a renegar de Jesucristo.
Finalmente, Teodoro fue condenado a muerte y decapitado. La Iglesia Católica lo reconoció como mártir y lo honra como patrón de los soldados y de quienes sufren persecución por su fe. Su fiesta se celebra el 17 de febrero, conmemorando el día de su martirio. San Teodoro de Bizancio es un ejemplo de valentía, integridad y entrega a Dios, inspirando a los fieles a mantener su fe incluso en medio de las adversidades.
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