San Leandro de Sevilla fue un obispo y doctor de la Iglesia que vivió en el siglo VI en la ciudad de Sevilla, España. Perteneciente a una familia noble, Leandro recibió una esmerada educación y se destacó desde joven por su piedad y su compromiso con la fe católica.
Después de ser elegido obispo de Sevilla, Leandro se convirtió en una figura clave en la vida de la Iglesia española de su época. Luchó incansablemente contra la herejía arriana, que negaba la divinidad de Jesucristo, y trabajó por la unidad de la Iglesia y la conversión de los visigodos al catolicismo. Además, promovió la celebración de concilios y sínodos para fortalecer la disciplina y la doctrina.
La santidad y sabiduría de Leandro fueron reconocidas por sus contemporáneos, quienes lo consideraban un hombre de gran virtud y cercanía a Dios. Después de su muerte, la Iglesia Católica lo honró como doctor de la Iglesia, destacando su labor como teólogo y su contribución a la defensa de la fe. Su fiesta se celebra el 28 de febrero, conmemorando el día en que entregó su alma al Señor. San Leandro de Sevilla es recordado como un ejemplo de liderazgo espiritual y compromiso con la unidad de la Iglesia.
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