El día 11 de noviembre 2018, en la Santa Iglesia Catedral de Escuintla, se llevó a cabo la Santa Misa, en donde un numeroso grupo de niños, jóvenes y adultos, forman parte de la familia cristiana, al recibir el sacramento del bautismo, desde ahora dejan de ser creaturas, para convertirse en hijos de Dios, al renunciar al dominio del mal y aceptar a Dios.
Fue el Padre Martín Sirín, párroco de la Catedral, el encargado de administrar el sacramento del bautismo, a los solicitantes, que desde de concluir el ciclo de catequesis, han solicitado ser recibidos dentro de la comunidad, con el primero de los sacramentos de iniciación cristiana.
El grupo del equipo base de catequistas de la parroquia, fueron los responsables de llevar la doctrina católica a los nuevos cristianos y a sus padrinos, que a partir de ahora, han recibido la gracia de haber borrado el pecado original.
El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu («vitae spiritualis ianua») y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (Catecismo 1213).
En la Iglesia latina, esta triple infusión va acompañada de las palabras del ministro: «(Nombre), yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Y mientras invoca a cada persona de la Santísima Trinidad, lo sumerge en el agua y lo saca de ella. (Catecismo 1240).
Las fotografías que se tomaron a los niños, jóvenes y adultos durante su bautizo, se pueden descargar en el siguiente enlace:
Click en cada imagen, para verla en tamaño completo. (Se debe tomar en cuenta que son fotografías en alta resolución y dependiendo de la conexión a internet, puede demorar unos segundos en cargarse completamente)
Descubre más desde Catedral de Escuintla
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.