Mensaje Pastoral de Cuaresma

Mensaje Pastoral Diocesano
con ocasión de la Cuaresma
como «Camino a la Pascua 2019»

Vengan, volvamos al Señor Dios nuestro (Os 6, 1)

A los Párrocos y Vicarios parroquiales
A los Seminaristas Mayores y Menores
A los Religiosos y Religiosas
A los Agentes de Pastoral Misionera Diocesana
A los hombres y mujeres de buena voluntad en la Sociedad Escuintleca

Queridos hermanos en el Señor:

Al inicio de la Cuaresma anual 2019, recuerdo a todos con respeto y afecto la figura bíblica del “camino de regreso” al que alude el profeta Oseas, camino propuesto por nuestra Madre y Maestra la Iglesia, es un “regreso al Señor” de quien nos hemos alejado siguiendo los senderos del pecado que nos lleva al sufrimiento y a la muerte (Rm 6, 23).

En este segundo año del Camino Pastoral «Rema Mar Adentro» tengamos presente que la meta del regreso es la “casa del Padre” a la que nos dará acceso el gozo de la Pascua de Cristo, vencedor del pecado y de la muerte. Camino en fin, que no hace “cada uno buscando su salvación” sino que vivimos todos, llamados a “salvarnos en Iglesia”, animándonos mutuamente para avanzar en la conversión.

Conversión se traduce precisamente como “volver al buen camino, reencontrar la Gracia perdida”; es una obra del Espíritu pero también es una tarea de la inteligencia, la libertad y la voluntad de cada uno. Los males espirituales y también físicos de la persona, de la sociedad y hasta de la misma naturaleza creada por Dios “claman al cielo, pidiendo la manifestación de los hijos de Dios” (Rm 8, 19-23); ¡volvamos al Señor nuestro Dios en este tiempo de conversión y toda la creación será beneficiada por la Gracia del perdón!

  1. Una “conversión ecológica

El Papa Francisco nos invita en su Mensaje anual a reflexionar a contemplar las fuerzas destructivas del pecado humano que afecta a la creación. En nuestro ambiente escuintleco es lamentable el descuido de todos, la indiferencia y el egoísmo que causan la contaminación ambiental de ríos, valles, entornos comunitarios, no siendo menos agresiva y destructiva la contaminación acústica ante la indiferencia de las autoridades locales. Tantos los productores de bienes agrícolas, ganaderos o industriales tan abundantes en Escuintla, han de recordar con sinceridad que “todas las criaturas están conectadas unas a otras y deben apreciarse y cuidarse mutuamente”; !propongámonos respetar el presente y futuro de todos en el compromiso por un mayor cuidado de la “casa común”, la naturaleza creada!. Los efectos aún lamentables de la erupción del Volcán de Fuego en el 2018 todavía son un signo de la necesidad de “sentir la naturaleza” de la que formamos parte y sin temerle, asumir la previsión en el cuidado de la vida; tantos aún se sienten olvidados por los responsables ante el futuro incierto de su situación a las faldas del Volcán de Fuego. Colaboremos todos para una mejor perspectiva de vida y salud integral para nuestros hermanos.

  1. Una “conversión al respeto a la vida humana”

Con el sabido y lamentable dato de criminalidad y muertes violentes, Escuintla afronta un reto esta Cuaresma, volviendo al Señor, asumir el respeto a la vida:

    • En el adecuado cumplimiento honesto de su deber de parte de las fuerzas públicas de seguridad, tantas veces vergonzosamente implicadas en hechos ilícitos de narcotráfico y crimen organizado
    • En el cultivo de la auténtica vida familiar: evitando el abandono y sobre todo el mal ejemplo para jóvenes y niños en las escenas de violencia doméstica, feminicidio e irresponsabilidad
    • En el afrontar el “tráfico de personas” constituido en la Costa Sur por la prostitución, maltrato y explotación infantiles
  1. Una conversión “a la construcción del bien común por la vía política”

Esta será una Cuaresma a la que entramos ya con dolorosos “atentados entre grupos políticos” por sus intereses ajenos al bien común y respeto de la vida. La Diócesis de Escuintla emitirá algunas catequesis destinadas a orientar la moral en ejercicio de la política y del mismo voto ciudadano: ¡si elegimos bien, estaremos bien!. El llamado ahora es a los participantes de algún modo en la importante actividad de la política; ¡que sea esa misma política una contribución a la paz y bien común, evitando la tentación de las riquezas, el poder y el orgullo, fuentes perennes de la corrupción!.

Queridos hermanos, que mediante los instrumentos de la Cuaresma como “camino de vuelta a Dios” (ayuno = cambiar nuestra actitud consumista de “tragarlo todo” en desenfrenos de “tiempo de playa y verano”;  limosna = una mayor sensibilidad ante tanta pobreza y limitación de nuestro consumismo y oración = dejar la idolatría del yo y ser humilde para con Dios pidiéndole el don de la conversión) y sobre todo por el Sacramento de la Reconciliación o Confesión que los servidores de la Gracia ejerceremos en las “penitenciales diocesanas” de las parroquias, todos volvamos al Señor. Que la imposición la Ceniza al inicio de la Cuaresma, nos haga recordar también a los ministros del Señor que somos nosotros mismos “sanadores heridos” necesitados de esa “vuelta al Padre” a la que exhortamos a su Pueblo santo.

Nos precede en esta “vía de combate espiritual contra el mal” el mismo Señor Jesús, que “hizo la primera cuaresma” llevado y fortalecido por el Espíritu; ¡el Señor también se vuelve a nosotros para ayudarnos con su Gracia!. Y nos acompaña maternalmente María, Refugio de los Pecadores e intercesora para que la vida nueva en la meta de este “camino de conversión”,  de la Pascua de su Hijo Resucitado, sea la fuente del perdón, la paz y la alegría de la tierra Escuintleca.

Cordialmente en Nuestro Señor,

Firma Monseñor Víctor Hugo Palma

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